sábado, 12 de agosto de 2023

La Filosofía de la Sombra de Carl Jung

Edward Norton y Brad Pitt en la película El Club de la Pelea

Podría decirse que una sombra es simplemente el área oscura que se forma cuando un objeto se interpone entre los rayos de luz y una superficie. Pero para alguien como Carl Jung, la sombra tiene un significado mucho más literario. La sombra se percibe como una entidad en sí misma, arraigada y encadenada en el reino de nuestro inconsciente profundo, un espectro oscuro que todos llevamos en nuestro interior, pero que también resulta demasiado aterrador para que muchas personas se atrevan a enfrentar. Es un espectro que no puede ser derrotado, pero que si se logra domar, puede conducir al crecimiento personal y a la evolución de la mente y el cuerpo.

Pero, ¿qué entiende Jung por "sombra"? La sombra contiene los aspectos más inferiores de la psique que todos los seres humanos intentan rechazar. La sombra puede ser un deseo mal visto por la conciencia o por los demás. Puede ser un interés extraño o poco saludable que la civilización ha aparentemente perturbado. Los contenidos de la sombra involucran aspectos conocidos y desconocidos de uno mismo, creando un juego entre el ego, el inconsciente y el entorno en su expresión o represión.

Cuando el ego se enfrenta a la sombra, que en su mayoría reside en el inconsciente, puede ser integrada en la conciencia. Sin embargo, en su mayoría, la sombra yace más allá del umbral de la conciencia humana. Es posible que una persona reconozca la naturaleza relativamente negativa de su sombra, pero es una experiencia rara y sorprendente enfrentarse cara a cara con el mal absoluto.

Es aterrador considerar que el ser humano también posee un lado oscuro, que no solo está compuesto por pequeñas debilidades y peculiaridades, sino por una dinámica profundamente demoníaca. Raramente el individuo tiene conocimiento de esto. Para él, como individuo, es inconcebible que deba trascenderse en cualquier circunstancia. Sin embargo, cuando estas criaturas inofensivas se unen en masa, emerge un monstruo furioso, y cada individuo es solo una célula diminuta en el cuerpo del monstruo, de modo que, para bien o para mal, debe participar en sus destructivas acciones e incluso ayudarle al máximo.

Jung también destaca la importancia de externalizar el material de la sombra a través de canales socialmente aceptados para llevar su oscuridad inherente a la luz. El ego puede integrar en lugar de reprimir los impulsos desagradables del inconsciente. Cuando se reprime simplemente, la sombra encuentra una manera de escapar por las grietas de la psique y se manifiesta de formas perturbadoras.

Dado que cada ser humano posee una amplia variedad y gama de rasgos, impulsos y emociones, cada individuo, por necesidad, lleva consigo una sombra. Algunas de estas características están reprimidas y ocultas, tanto para uno mismo como para los demás. Para uno mismo, para poder navegar por la vida con la convicción de ser un ser humano completamente bueno y virtuoso; y para los demás, para encajar y tener éxito en la sociedad. Lamentablemente, no se puede negar que el ser humano, en general, es menos virtuoso de lo que imagina o desea ser.

Todos albergan una sombra, y cuanto menos se integre en la vida consciente del individuo, más oscura y densa se vuelve. Esto importa. Constituye un obstáculo inconsciente que obstaculiza las intenciones más nobles. Cuando la sombra se relega a las profundidades del inconsciente, puede generar estragos en la vida de una persona, ya que ejerce un control inconsciente sobre sus pensamientos, emociones, elecciones y acciones. Como expresó Jung: "Aquello que no se lleva a la conciencia se manifiesta en nuestras vidas como destino". Esto explica el comportamiento autodestructivo con el que luchan muchos individuos y no pueden controlar, a pesar de ser conscientes de que estarían mejor sin participar en tales acciones.

Según Jung, la tarea en la vida de todos es tomar conciencia e integrar la sombra en la personalidad consciente, acogerla con los brazos abiertos. No como una parte despreciable de la vida, sino como una parte necesaria y vital de uno mismo. "No se ilumina imaginando figuras luminosas, sino haciendo consciente la oscuridad".

El concepto de la sombra ha sido defendido y criticado desde perspectivas opuestas. La mayoría de los teólogos argumentan que no podemos depender únicamente de nosotros mismos y del limitado poder del ego para enfrentar la sombra. En cambio, debemos invocar el poder de Dios para vencer al mal. "No puedes hacerlo solo", exclama la persona religiosa. Mientras tanto, los seguidores de Jung advierten sobre la trampa de la proyección en la que algunas personas religiosas tradicionales parecen caer.

Los junguianos tienden a afirmar que las personas santurronas en organizaciones religiosas proyectan sus propios impulsos oscuros en los demás en lugar de enfrentar el mal dentro de sí mismas. Esta dinámica fea puede resultar en chivos expiatorios. Afortunadamente, en el mundo civilizado existen leyes que protegen a las personas de esta mentalidad primitiva. Los seguidores de Jung también sugieren que la espiritualidad de la religión organizada solo alcanza a la persona, donde los individuos desempeñan un papel superficial de santidad para la apariencia y para sentirse bien consigo mismos.

Esta dinámica podría explicar el trato cruel de una monja católica hacia los niños, o el terrible brote de sacerdotes y hermanos pedófilos, o el califato islámico que se infiltra en Oriente, con decapitaciones de todos los no creyentes que son toleradas y predicadas por prominentes jeques. La sombra nunca fue enfrentada por el hombre religioso como resultado de la ignorancia. El hombre religioso falsamente asume que la sombra dentro de él es una entidad extranjera, un enemigo externo que constantemente trata de perforar el corazón de los justos y corromper a todos los hombres buenos.

El ser humano olvida que el propio diablo no es un extraño, sino que reside profundamente en una fortaleza oscura en su propio subconsciente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El Arte del Engaño: Magia, Ciencia y Obsesión en El Gran Truco

El Gran Truco (The Prestige, 2006) Hay un tropo familiar en las películas sobre la obsesión donde un personaje se consume por una búsqueda i...