martes, 1 de agosto de 2023

Del "Privilegio" y su importancia o carencia de la misma


Imagina que un valiente caballero llamado Arion se embarca en una búsqueda de venganza por los agravios sufridos a manos de un malvado señor feudal. Pero su amigo Cedric proviene de una familia muy adinerada, lo que le permite comprar armas de mayor calidad y contratar un gran ejército para apoyar la misión de Arion. Si Cedric se jacta de haber derrotado al señor feudal antes de que Arion tenga siquiera la oportunidad de partir en su búsqueda, Arion podría sentir la tentación de decirle a Cedric: "Amigo, reconoce tu privilegio".

Al fin y al cabo, Cedric no eligió nacer en la riqueza, pero sí elige cómo se relaciona con ella, en este caso, de manera poco elegante. Según el pensamiento del filósofo existencialista Jean-Paul Sartre, las personas son como dados, arrojadas al mundo como parte de una determinada cultura, religión, idioma y estatus socioeconómico, sin elección alguna. Estas características constituyen lo que Sartre llama la facticidad, es decir, las partes individuales con las que nacemos.

Y aunque no tenemos control sobre nuestra facticidad, siempre somos libres para elegir nuestra relación con el mundo en el que vivimos. Esta libertad es parte de la condición humana. Definimos nuestra propia existencia al determinar nuestro propósito en la vida, haciendo de nuestra vida nuestro propio proyecto. Las cosas solo adquieren valor dentro del marco del proyecto que creamos libremente.

En su monumental obra "El Ser y la Nada", Sartre utiliza varios ejemplos para ilustrar la libertad radical de la humanidad. Para él, incluso un prisionero es radicalmente libre. Puede optar por intentar escapar, redefinir su propósito en la vida dada su encarcelamiento o incluso elegir poner fin a su vida. El hecho de estar encerrado no es lo que restringe su libertad; en cambio, es su elección de creer, dada su situación, que no es libre.

Porque la meta de vida creada por el prisionero reside fuera de la prisión. No son las barras físicas las que causan su angustia, sino su falta de disposición para ajustar su objetivo de vida a su situación actual. La libertad siempre es experimentada por cada persona en particular en el contexto de su propio proyecto, sus propios fines y su propia comprensión del mundo.

Arion podría comparar su maltrecha armadura y su pequeño grupo de seguidores con el batallo disciplinado de Cedric y su reluciente armadura, pero eso no tiene nada que ver con el propósito de Arion para sí mismo. Cada persona es su propio proyecto libre con su propia situación y su propia búsqueda personal.

El hecho de que Cedric tenga más recursos que Arion no significa que sea más libre; ambos son libres para construir sus propios fines. Por lo tanto, no existe una situación de vida superior, ya que no hay una métrica para decidir quién tiene la mejor forma de darle sentido a sus vidas. No hay una manera de determinar quién tiene el mejor plan de vida.

Para Sartre, esto significa que la facticidad, es decir, la situación material de una persona, no constituye un privilegio. Todos somos radicalmente libres para crear significado. Y eso es lo que importa.

Pero, al reflexionar, ¿debemos realmente considerar que una persona blanca y adinerada es una autoridad en el tema del privilegio? Es importante reconocer que el privilegio puede influir en la perspectiva de alguien y puede llevar a una falta de comprensión completa de las experiencias de los demás. Por lo tanto, es esencial escuchar y considerar la diversidad de experiencias para entender mejor el concepto de privilegio.

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