sábado, 2 de septiembre de 2023

¿Sabes quién eres?

 


Imagina el mundo como una imagen de muy alta resolución, mientras que tus ojos lo observan desde una perspectiva de baja resolución. En un escenario como este, las herramientas que tenemos a nuestra disposición para comprenderlo resultan bastante limitadas. La humanidad ha invertido una considerable cantidad de recursos en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, las cuales pueden reducir nuestra falibilidad y aumentar nuestra comprensión de esta compleja realidad; sin embargo, todavía nos sentimos perdidos.


He reflexionado profundamente sobre esta idea y he llegado a la siguiente conclusión: en el gran esquema de las cosas, lo que ocurre en el mundo está relativamente más allá de nuestro control. Seguimos las noticias, intentamos participar en procesos democráticos y nos esforzamos por ser miembros activos de la sociedad. No obstante, los cambios monumentales necesarios para impactar ciertos aspectos del mundo que requieren corrección hacen que el efecto de nuestra participación sea bastante reducido, a veces incluso insignificante. Entonces, ¿cuál es realmente nuestro papel en el mundo?


A nivel más personal, ¿cómo utilizamos de manera adecuada nuestra capacidad mental y física para mitigar los efectos de la complejidad en nuestros procesos de pensamiento y toma de decisiones? ¿Cuánto esfuerzo dedicamos a comprendernos a nosotros mismos y, de este modo, mejorar nuestra interacción con el mundo que nos rodea? Creo que no lo hacemos lo suficiente. Y todo empieza con la comprensión de la propia personalidad.


La personalidad es una solución evolucionada al problema de un mundo excesivamente complejo. Moldea nuestra percepción y define la forma en que vemos el mundo. Somos criaturas sociales; no estamos solos. La coexistencia está en el núcleo de nuestra función social. Somos, en cierto sentido, una amalgama dinámica de diferentes personalidades, y para coexistir, primero debemos comprender nuestras propias personalidades y luego encontrar una manera de superar las diferencias de personalidad entre nosotros.


Y la herramienta más relevante que podemos utilizar actualmente para este esfuerzo es el modelo de los Cinco Grandes Rasgos de Personalidad. Los Cinco Grandes es la teoría de la personalidad más ampliamente aceptada en la actualidad. Ha sido citada en miles de artículos y es reconocida por la mayoría de los psicólogos. La razón es bastante clara. Ofrece una descripción bastante precisa del individuo al centrarse en cinco rasgos importantes, y cada rasgo se subdivide en dos más. Además, la evaluación de cada rasgo no es binaria (es decir, introvertido o extrovertido), sino que cada rasgo de personalidad ocupa un espectro. Esto proporciona una comprensión más holística de la personalidad y permite al individuo tener una vista más matizada de su mundo interior.


Corregir errores gramaticales, ortográficos y de estilo, así como mejorar la claridad y coherencia del texto:


Los cinco grandes están compuestos por los rasgos de Extraversión, Neuroticismo, Amabilidad, Responsabilidad y Apertura a la experiencia. El poder de los cinco grandes simplemente no puede ser ignorado. El modelo puede ayudarnos a conceptualizar mejor el mundo que nos rodea, descubrir verdades objetivas de utilidad pragmática y permitir que la humanidad avance de manera menos confusa.

Cada aspecto de los Cinco Grandes se descompone en dos categorías. En el caso de la extraversión, estas dos categorías son asertividad y entusiasmo.


La asertividad se refiere a una combinación de confianza saludable y la capacidad de defenderse a uno mismo y sus derechos sin faltar al respeto de los derechos de los demás. Cuando eres asertivo, te comunicas de manera directa y honesta con las personas. No esperas que los demás adivinen lo que deseas. Si algo te molesta, lo expreses; si necesitas algo, lo pides. En pocas palabras, la asertividad es una demostración amable de cualidades confiables.


Por otro lado, el entusiasmo está relacionado con la comodidad, especialmente en relación con sentirse cómodo en tu propia piel. Las personas entusiastas suelen ser más abiertas y aportan más energía a las interacciones. Hacen amigos con facilidad, comparten mucho sobre sí mismas y expresan sus emociones. Al ser más extrovertidas, se exponen más al mundo. Los humanos son exploradores por naturaleza, y la extraversión satisface nuestra necesidad de aventurarnos en territorios desconocidos. Esto puede conllevar más riesgos, pero también más oportunidades. La ventaja es que las personas con altos niveles de extraversión tienden a establecer más relaciones, lo que amplía su red social y aumenta la probabilidad de que las experiencias aleatorias les influyan. Ambas cosas pueden ser beneficiosas para perseguir objetivos personales y profesionales. Sin embargo, la desventaja es que una mayor exposición significa mayor vulnerabilidad, lo que requiere resistencia y la capacidad de enfrentar a diferentes personas y puntos de vista. También implica que el ego puede inflarse, lo cual puede afectar el estado de ánimo, el comportamiento, la humildad y la proactividad.


El neuroticismo se puede descomponer en dos aspectos: retirada y volatilidad. Ambos aspectos del neuroticismo están relacionados con las emociones negativas y cómo las maneja el individuo.


En el caso de la retirada, el individuo tiende a internalizar las emociones negativas. Esto describe a las personas ansiosas, deprimidas, preocupadas por las cosas, fácilmente desanimadas y abrumadas por los eventos, que generalmente mantienen su dolor psicológico dentro de sí mismas.


En cambio, en el caso de la volatilidad, el individuo tiende a externalizar las emociones negativas. Esto describe a las personas susceptibles, que se ofenden fácilmente, se irritan con facilidad y muestran abiertamente su respuesta a las emociones negativas.


El neuroticismo es una característica bastante común entre los seres humanos. Funciona como un mecanismo de reacción del cuerpo que señala situaciones desfavorables experimentadas por el individuo, de manera similar a la ansiedad. La ansiedad se experimenta para evitar sentir dolor; es una respuesta que nos prepara para situaciones potencialmente perjudiciales. Aunque no es una sensación agradable, se considera un mecanismo evolutivo. Dado que no nos hemos adaptado eficientemente a la sociedad moderna, el neuroticismo es una característica bastante frecuente entre nosotros.


Para expresarlo de otra manera, la emoción negativa influye en tu propensión a reaccionar de manera adversa ante obstáculos en tu camino. Cuanto más reacciones negativas experimentes, mayor será la probabilidad de caer en la depresión, ya que suprimes tu sistema de emociones positivas y te quedas estancado. Esto subraya claramente que la mente y el cuerpo humano están diseñados de tal manera que requieren movimiento. A medida que nos volvemos más estáticos, producimos más emociones negativas.


Por otro lado, las emociones positivas liberan dopamina, que tiene propiedades analgésicas, aliviando así el dolor. Entonces, ¿qué puedes hacer para reducir el neuroticismo? Cuando deseas fomentar el desarrollo personal en las personas, debes encontrar pequeños pasos hacia adelante que representen mejoras y guiarlas en esa dirección. Esto es innovador y muestra dos cosas: 1. Cuán propensas son nuestras mentes y comportamientos a la formación de hábitos. 2. Cómo esto también puede aplicarse a nivel social y afectar los patrones de comportamiento en la población en general.


Al elegir metas tangibles que no sean extremadamente ambiciosas, estás indicando a tus sistemas de ansiedad que eres más competente de lo que es peligroso. Gradualmente, te adaptas al nuevo entorno y reduces el impacto del neuroticismo en tu vida.


En el contexto social, necesitamos formar opiniones, abordar problemas, forjar alianzas y aprender a coexistir. El nivel de cooperación que podemos establecer se basa en cuán amigables o desagradables somos como personas. Este rasgo de personalidad se llama "amabilidad" y se compone de "compasión" y "cortesía".


La compasión se refiere a cuán sensibles somos a las necesidades y sentimientos de los demás. Las personas compasivas son más empáticas, se preocupan por los demás, poseen un lado amable y son más fáciles de tratar. Por otro lado, la cortesía se refiere a cuánto respetamos la autoridad y refleja cuán propensos somos a seguir las normas sociales.


La alta amabilidad distingue a las personas que son cariñosas. Es como el aspecto maternal de la personalidad, pero tiene un lado positivo y otro negativo. Demasiada amabilidad puede hacer que una persona sea extremadamente dependiente de los demás, incapaz de establecer autonomía por sí misma y también incapaz de formar sus propias opiniones. Esto también se puede definir como características dependientes infantiles que se extienden a la edad adulta. Por otro lado, demasiada desamabilidad se asocia con la baja capacidad de integrar la información necesaria para comprender y compartir el mundo emocional de los demás. La desamabilidad está relacionada con el antagonismo y la tendencia del individuo a demostrar un comportamiento agresivo cuando se provoca su sentido de la justicia.


La amabilidad es un rasgo complejo. La mayoría de las relaciones son como un juego de equilibrio. La pregunta es cuánto debes preocuparte por los demás y cuánto por ti mismo. Esto definitivamente depende de la ocasión, pero una regla general a seguir es que, en cada relación humana, la reciprocidad debería ser la norma fundamental del juego.


El diccionario de Oxford define la responsabilidad como la cualidad de desear hacer bien y minuciosamente su trabajo o cumplir con su deber. Una persona consciente es alguien cuidadoso y diligente. Las subdivisiones de la responsabilidad son la laboriosidad y el orden. La laboriosidad se refiere a alguien que es eficaz y efectivo, ejecuta sus planes, sigue un horario bien organizado, cumple con los plazos, concluye lo que comienza y sabe lo que está haciendo. El orden, por otro lado, se relaciona con las personas que prefieren mantener su espacio personal en orden, son ordenadas, evitan el desorden, siguen rutinas y rituales, y se molestan por el desorden.


Las personas conscientes valoran el deber, la diligencia y el enfoque. Es un rasgo que puede prever cuán eficaz puede ser alguien en sus esfuerzos. Sin embargo, lo curioso de la responsabilidad es que es muy difícil de medir. Aparte de las pruebas de autoinforme, no existe un modelo real sólido que pueda predecir o medir el nivel de responsabilidad en una persona. Esto probablemente se debe a que la responsabilidad surge de otras funciones.


El verdadero origen de la palabra es "controlado por la conciencia, gobernado por las reglas conocidas de lo correcto y lo incorrecto". Por lo tanto, existe una clara conexión entre la responsabilidad y la moralidad. Las personas morales tienden a seguir reglas para permitir que la moralidad florezca a través de esas reglas. Sin embargo, incluso la moral en sí es un tema debatible dentro de la sociedad.


También existe una conexión entre el orden y el disgusto, y entre la laboriosidad y la culpa. Cuanto más sensible sea alguien al disgusto, más cuidará la estética y la limpieza de su entorno. En lo que respecta a la laboriosidad, es posible que las personas trabajadoras lo hagan mucho porque sienten culpa. Se sienten culpables porque creen que si no trabajan, no contribuyen a la comunidad o no sienten que están logrando algo significativo. Como puedes imaginar, un exceso de orden y laboriosidad puede llevar a ciertas patologías. Siempre hay un lado oscuro en cada rasgo.


La apertura a la experiencia refleja la capacidad de buscar nuevas experiencias y participar en actividades creativas. Las personas con un bajo nivel de apertura tienden a preferir su zona de confort y lugares seguros, mientras que las personas con un alto nivel de apertura tienden a cuestionar los límites del conocimiento convencional y buscan la innovación. La apertura a la experiencia se subdivide principalmente en apertura e intelecto, pero también puede involucrar seis dimensiones, que incluyen imaginación activa (fantasía), sensibilidad estética, atención a los sentimientos internos, preferencia por la variedad y curiosidad intelectual. Las primeras cinco dimensiones están relacionadas con la creatividad y la introspección. Las personas que obtienen altas puntuaciones en estas dimensiones tienden a disfrutar del pensamiento abstracto y los desafíos intelectuales, y son intelectualmente curiosas.


La apertura a la experiencia está moderadamente relacionada con la inteligencia cristalizada, que se refiere a las funciones cognitivas asociadas con el conocimiento previamente adquirido en la memoria a largo plazo. Esta es la capacidad de acceder y utilizar el conocimiento y la experiencia adquiridos previamente.


En conclusión, me gustaría compartir mis resultados después de hacer una prueba de personalidad en este gran sitio web llamado BigFive-test.com.


Como puedes ver, obtuve una puntuación alta en neuroticismo, bastante baja en extraversión, y bastante alta en apertura y amabilidad, con una moderada en responsabilidad. La prueba también proporciona detalles sobre las subdivisiones de cada rasgo. Te invito a realizar la prueba aquí, y luego compartir tus resultados en la sección de comentarios. Espero que hayas disfrutado del artículo. Siento que comprender la personalidad es fundamental para nuestro autodesarrollo, por muchas razones, pero considero que la más importante es esta: una persona que sabe quién es no tiene nada que temer, porque sabe a qué demonios enfrentarse. En contraste, una persona que no sabe quién es, probablemente luchará contra los demonios equivocados.


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